10 hábitos de estudio esenciales

Introducción: 10 hábitos de estudio esenciales: Una guía para estudiantes y padres

Por fin ha llegado el inicio del curso académico. El noveno mes del año suele asociarse al cambio. Es el mes en el que el verano da paso al otoño, las mangas cortas dejan paso a las largas en el armario, y decimos adiós a la temporada de vacaciones para volver a la temida rutina escolar.

Si no somos capaces de adaptarnos al ritmo que nos exige el curso, la vuelta al cole puede ser una experiencia desafiante y agotadora. Pero es en noviembre cuando empezamos a ver los resultados de los primeros exámenes importantes del año.

Por ello, te ofrecemos estos diez consejos para que puedas empezar con fuerza el nuevo curso escolar.

Crea una zona de estudio excelente

Define los límites de la zona de estudio y las actividades que tendrán lugar en ella. Es mejor evitar estudiar sobre la cama o el sofá y utilizar en su lugar una mesa o un escritorio, si es posible.

Del mismo modo, la habitación en la que estudiamos debe estar reservada exclusivamente para esa actividad. Es fundamental separar la zona en la que trabajamos de la zona en la que vamos a descansar o comer, ya que así nos será más fácil mantener el nivel necesario de organización física y mental.

La importancia de la organización en un entorno de trabajo productivo es algo que se comunicará al alumno en forma de trabajo que realice.

Establecer un horario productivo para las actividades académicas

Debemos dividir nuestro tiempo de estudio entre los siguientes temas: no basta con decir «estudiar de 17:00 a 20:00», sino que definiremos las disciplinas que estudiaremos, como «Matemáticas de 17:00 a 18:30 e Inglés de 18:30 a 20:00».

Excepto cuando los alumnos estén estudiando para los exámenes, las sesiones de estudio individuales para un mismo tema no deberían superar la hora y media cada vez. Se recomienda hacer una pausa en lo que estés haciendo cada 50 minutos para hacer un pequeño descanso, tras el cual deberías cambiar de tema o poner fin a tus estudios y a tu actividad física. 

Si tienes dificultades con alguna de tus asignaturas, ponte en contacto con nosotros y podremos ayudarte. Ofrecemos cursos para universitarios, bachillerato y ESO. 

Mantener una dieta variada y equilibrada

Prepara un horario para tus comidas, teniendo en cuenta el proverbio «Cada cosa a su tiempo, y un tiempo para cada cosa». Esta es la actitud que debe seguirse en todos los aspectos de la vida cotidiana, incluidas las clases, los estudios, los deportes y el ocio. Las comidas no son menos vitales. Mantener rutinas regulares ayuda a garantizar que nuestros relojes internos estén correctamente sincronizados, lo que a su vez conduce a un mejor rendimiento general.

Utilización de las pantallas electrónicas de forma responsable

Sin embargo, debemos tener en cuenta que la exposición a las pantallas durante un periodo de tiempo prolongado puede provocar estrés en el cerebro, lo que a su vez disminuye significativamente nuestras capacidades físicas y cognitivas.

Se recomienda utilizar el producto a rachas, con pausas cada 40 o 50 minutos, y no utilizarlo más de seis horas al día.

Además, se recomienda guardar estos dispositivos electrónicos al menos media hora antes de irse a la cama, ya que así se controla mejor el ritmo natural del ciclo diario del sueño.

Un buen hábito de sueño

No hay duda de que la cantidad de sueño de un estudiante, además de la calidad del mismo, tiene una relación directa con su rendimiento académico. 

Es de suma importancia que acostumbres a tu cuerpo a una rutina, que intentes acostarte a la misma hora todos los días y que evites, en la medida de lo posible, quedarte despierto hasta tarde. 

Hacerlo así ayudará a tu cuerpo a adaptarse más rápidamente a los cambios de su entorno. Es muy recomendable que empieces a poner en práctica estos horarios al menos unos días antes del comienzo de la clase.

Lengua extranjera

No todo se puede aprender a través de los libros.

Hay algo más en nuestro régimen académico que estudiar, examinarse y recibir calificaciones. Es esencial que se preste especial atención a las actividades de ocio y a las amistades que puedan desarrollarse como resultado de ello.

Es posible que aumentemos nuestra productividad, reduzcamos nuestros niveles de estrés y destinemos una parte de nuestro tiempo a descansar y cuidarnos si somos capaces de gestionar y combinar con éxito el tiempo que dedicamos al estudio con el que dedicamos a otras actividades de forma eficiente y equilibrada.

Establece una jerarquía de las cosas más importantes.

He aquí algunas formas de priorizar las tareas:

• Crea una sola lista que abarque todas las actividades del día.
• Diferencia entre lo que debe hacerse inmediatamente y lo que puede esperar unos días.
• Puedes intentar mejorar tu productividad y evitar caer en la trampa de la procrastinación alternando las tareas que necesitan más tiempo y esfuerzo con las que exigen menos de ambos.
• Sé sincero contigo mismo sobre cuánto puedes lograr en un solo día. Probablemente estés familiarizado con el adagio de que «sólo se puede hacer una cantidad de cosas a la vez».
• «El ser humano es un animal de costumbres», y como hemos visto, es vital mantener una rutina equilibrada, permitiendo a cada actividad su propio tiempo y espacio. La frase «el ser humano es un animal de costumbres» fue acuñada por Charles Darwin. Un comienzo de curso con éxito se construye sobre una base de coherencia, equilibrio y organización, entre otras cosas.

Combinar el trabajo académico con los esfuerzos deportivos